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Revista 22

MOTA DEL CUERVO… DE MANJAVACAS, MANJAVACAS… DE MOTA DEL CUERVO

  • III Época
  • Diciembre 2009
  • Por Aspas Manchegas
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Durante las semanas del 30 de agosto al 13 de septiembre han tenido lugar acontecimientos de gran importancia en nuestro pueblo. A pesar de la polémica suscitada en torno a la fecha en que estos actos debían celebrarse, lo cierto es que una vez que la Virgen volvió al pueblo la mayoría de los moteños hemos olvidado esas y otras diferencias y nos hemos volcado en la preparación de los actos con que se le honraban. Después de la segunda traída, el domingo 30 de agosto, hubo una serie de celebraciones en cada uno de los barrios que paso a narrar:

31 DE AGOSTO: PLAZADE SANTA RITA
Este fue en primer barrio en recibir a la Santísima Virgen y celebrar la Misa en su honor. Los vecinos engalanaron ventanas y balcones, que lucían los más bellos bordados, colchas y mantones. Las aceras se llenaros de hermosas plantas para que la Señora viera solamente belleza a su paso. El altar se instaló ante la fachada principal de la ermita de Santa Rita y a la espalda del mismo se colocó un hermoso tapiz de terciopelo con el anagrama del Ave María. Flores, lazos y banderitas adornaban la plaza. Los vecinos sacaron a su Santa Patrona, que presidió junto con Nuestra Señora de Manjavacas la Santa Misa en este hermoso lugar, muy cerca de aquel manchego que ideó este barrio y que desde algún lugar del cielo seguía la ceremonia muy atentamente.

1 DE SEPTIEMBRE: PLAZA DE LA CRUZ VERDE
Al igual que en el resto del pueblo, todo el barrio se volcó en los preparativos para recibir a la
Virgen de Manjavacas en nuestra placeta de la Cruz Verde. Y como los vecinos de Santa Rita, los residentes de las Cantarerías engalanaron ventanas y balcones con las más bellas prendas que cada cual tenía en sus casas.

La Placeta se llenó de cántaros, cantarillas, orzas, orcillas, tinajas, búcaros, «alcabuces», etc., ya que se pensó que la mejor decoración para tan magno momento sería la obra de las cantareras. Como decoración vegetal se colocaron cañas, juncos, barda y hierbas; todo ello traído de la laguna de donde al Virgen es señora y de cuya vega los cantareros traían el combustible para sus hornos de cocer cántaros. Junto al altar y muy próximo a la Virgen, un rodillo —o torno— donde trabajaban las cantareras, el «asentillo», «un lebrillete» con el trapo de lustrar y muchas, muchas piezas alfareras.

La Cruz Verde nunca se había visto tan repleta de gente. Chicotas y chicotes cantareros salieron a recibir a la Virgen a la esquina de las Escuelas de el Santo y todo el barrio se llenó de «¡Vivas!». El suelo cubierto de hierbas aromáticas provocaba que al pisar la gente toda la plaza se llenara de un olor que nos hacía pensar que así debe de oler el cielo. La Virgen se encontraba en las Cantarerías emocionando a todos los que aquí estaban... «¿Quién es esa que asoma como el alba, hermosa como la luna y límpida como el sol?» rezaba una pancarta. Sonaron jotas moteñas, nuestros cantos tradicionales, para recibir a la Reina del Cielo en uno de los barrios más antiguos. El coro parroquial contribuyó a dar solemnidad y espiritualidad a esta Santa Misa en la que participaron hombres y mujeres de este barrio.

Se marchó la Virgen de la Placeta contenta, yo lo sé, acompañada de gentes que alumbraban con velas a su paso.

2 DE SEPTIEMBRE: PISTA MUNICIPAL
Este joven barrio, a pesar de su dispersión, da cabida a gente de las más diversas edades. La pista municipal es un recito enorme, pero todavía desangelado debido a que los árboles son aun pequeños y carece de un decorado fijo donde poder situar los altares. Por esta razón hay que destacar el gran mérito que tuvo este vecindario, porque logró crear un ambiente acogedor. No les faltó imaginación ni energía para trabajar y, a pesar de tener que luchar contra el viento, consiguieron tener a punto el dosel para el altar y toda la decoración, que estaba compuesta de hermosísimas plantas y flores.

Aún así, lo más importante fue ¡la cantidad de gente que allí había! Dicen los que se dedicaron a contar personas, que se encontraban más de 2 500. El arco de luces de la pista municipal se encendió al paso de la Señora, al tiempo que niños y niñas la vitoreaban... La Virgen estaba feliz al verse en una zona tan nueva de su pueblo, honrada por todos los que ahí habitan y que hicieron lo posible para que los asistentes nos sintiéramos a gusto allí.

3 DE SEPTIEMBRE: PLAZA PRIMERO DE MAYO
Hermoso lugar el Parque Primero de Mayo con un vecindario fantástico que, como el resto de los barrios, hicieron todo lo que estuvo a su alcance para recibir de la mejor manera a Nuestra Señora y a todos los acompañantes. En este barrio son especialmente afortunados, ya que disponen de un magnífico escenario en el quiosco central del parque.

Dicho lugar lucía en todo su esplendor, gracias a las «alfombras» que con serrín teñido de colores habían confeccionado los vecinos a lo largo del recorrido que siguió la Imagen de nuestra Patrona. Sobre la plataforma del quiosco situaron la mesa del altar y la que acogía a
Nuestra Señora. Cientos de cintas blancas adornaban los árboles, colgaduras y velas en ventanas, pancartas de bienvenida, guirnaldas de flores... Y había gente, mucha gente...

Este espacio amplio, acogedor y entrañable hizo posible que viviéramos la Santa Misa de una manera muy especial en el atardecer del 3 de septiembre.

4 DE SEPTIEMBRE: PLAZAMAYOR
En el marco incomparable de la Plaza Mayor, ante la fachada del ayuntamiento, se instalaron los altares para la última misa de la semana. Una hermosísima y enorme pancarta con una imagen de la Virgen bajo la leyenda «Reina de la Paz» ocupaba la torre del reloj casi en su totalidad.

El propio ayuntamiento engalanó como todos los vecinos de la plaza su fachada: tres escudos
— el de Mota del Cuervo, el de Castilla-La Mancha y el de España— colgaban de las ventanas laterales, mientras que en la balconada principal lucían tres pendones confeccionados por las vecinas del barrio.

Así mismo, el Alcalde tuvo el detalle de ceder el cuadro de su despacho con la imagen antigua de la Virgen para que fuera colocado a un lado del altar. Al otro lado, la Virgen de Manjavacas. Sin duda, debido al emplazamiento, ha sido el escenario más regio.

Cientos de pétalos de rosa cayeron sobre la Virgen cuando llegó a su altar que mezclados con el humo del incienso llenaron la plaza de un aroma solemne y festivo que jamás se ha sentido antes en este lugar. Como en las otras plazas, más de 2.000 personas ocupaban este sitio hermosamente adornado con cintas, guirnaldas de flores, alfombras, plantas aromáticas...«Ave María, gratia plena» cantaba el coro...

María de Manjavacas está satisfecha, ve a su alrededor cientos de caras: algunas, de personas que apenas salen de casa porque son ancianas o impedidas. Todos han querido venir a ver a María aquí, en el centro del pueblo.

5 DE SEPTIEMBRE: DESFILE DE IMÁGENES Y MISA DEL XXV ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN
Por fin llegó el día grande. El pueblo era un bullicio en el que cientos de personas trabajaban en la organización de tan magno acontecimiento: preparación de imágenes, escenarios, orden de la
procesión, etc.

A las cuatro de la tarde empezó el desfile, que saliendo de la Iglesia subiría por toda la Calle Mayor, cruzando la carretera hasta el antiguo campo de fútbol, al pie de los molinos. El mismo lugar donde hace 25 años se celebró la coronación canónica de Nuestra Señora.

Las imágenes de nuestra comarca que desfilaron acompañando a nuestra Patrona fueron:

- San Blas con todos sus «diablos» (La «endiablá»), de Almonacid del Marquesado
- Nuestra Señora del Villar, de Villarrubio
- Nuestra Señora de la Misericordia y Santísimo Cristo de la Piedad, de Puebla de Almenara
- Nuestra Señora del Trascastillo, de El Cañavate
- La Virgen del Cisne, patrona de Ecuador, de Motilla del Palancar
- La Abuela Santa Ana, de El Pedernoso
- Nuestra Señora la Morenita, de Los Hinojosos
- Nuestra Señora de Altamira, de Mazarulleque
- Santo Niño de la Bola, de Las Mesas
- Virgen de la Piedad, de Quintanar de la Orden
- Nuestra Señora de Rus, de San Clemente
- La Inmaculada Concepción, de Horcajo de Santiago
- Virgen de los Llanos, de Santa María de los Llanos
- San Agustín y Virgen del Valle, patrones del barrio de las Cantarerías, que acompañarían a la Virgen de Manjavacas como padrinos.

Pasaron también los estandartes de:
- Nuestra Señora de las Angustias, patrona de Cuenca
- Nuestra Señora de los Ángeles, de Pedro Muñoz
- Nuestra Señora de la Soledad, de Fuente de Pedro Naharro
- Cristo de la Expiación y Nuestra Señora del Farol, de Villaescusa de Haro
- Guión de la Hospitalidad Diocesana de Lourdes
- Estandartes de todas las hermandades de Mota del Cuervo

Todos los grupos desfilaron delante de la Virgen de Manjavacas saludándola según los usos tradicionales de cada pueblo. Fue una procesión llena de originalidad y colorido, que recogía como en un gran ramo muchas de las mejores tradiciones que tenemos en nuestra región.

Al final del cortejo y precedida por casi 200 damas vestidas de mantilla, Ella, la Reina, Nuestra
Patrona en toda su majestad, espléndida... «¡Viva la Virgen de Manjavacas!, ¡viva!, ¡viva! ¡Viva su Santísimo Hijo...!»

Tras ella, autoridades locales y provinciales, con sus mejores galas para tan magnífica ocasión. La comitiva fue recibida por el Señor Obispo de Cuenca, don José María Yanguas, que ofició la Santa Misa, oficiando con los sacerdotes que acompañaban a las distintas imágenes, así como con Don José Luis —párroco de Mota del Cuervo—, Don José Antonio —coadjutor— y con otros sacerdotes hijos del pueblo, que quisieron estar presentes en la celebración.

Monseñor pronunció una homilía preciosa en la que ensalzó las virtudes de María, Madre de Dios. Miles de personas siguieron la Santa Misa, que estuvo presidida por las autoridades provinciales y locales, además de por la junta rectora de la Hermandad de la Virgen de Manjavacas con su presidente Don Noé Izquierdo Lillo.

Este acto fue el culmen de las celebraciones del XXV aniversario de la coronación.



12 DE SEPTIEMBRE: CEMENTERIO
El punto final a todos los actos celebrados tuvo lugar en la explanada del cementerio, donde se celebró una misa por todos los difuntos que allí descansan.

Los vecinos del barrio engalanaron el sitio, como ocurrió en otras plazas. Velas, flores y pancartas adornaron el lugar sagrado, que estuvo repleto de gente. Al final del acto la hermandad depositó centros de flores para honrar a los difuntos.



Mucho ha dejado Nuestra Señora a su paso por nuestros barrios y plazas: ha ido sembrando unión entre sus hijos de Mota. Habrá un antes y un después de todo lo acontecido. María de Manjavacas es la que nos une, la que nos hace perdonar, la que ha hecho que trabajemos todos juntos codo con codo, la que aglutina bajo su mirada a gentes distintas en muchos aspectos, la que hace que sintamos el orgullo de ser de Mota del Cuervo… de Manjavacas.

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